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1 nov 2009

El hijo del Defensor del Pueblo se ha lucido

Arranca su artículo Daniel Múgica diciendo que a la izquierda de la socialdemocracia ni agua, y retorciendo la realidad se apoya en ejemplos que solo viviendo en una placentera jaula de oro repitiendo consignas como un lorito real se pueden hacer. En su artículo no solo se le ve un anti Socialismo visceral, pues ya es estar en el limbo empezar diciendo que Angela Merkel se ha aliado con la otra derecha sin mencionar que antes habían estado aliados con el centro derecha del SPD, disculpando a la socialdemocracia alemana de su bestial derrota electoral y social como si otros y no ellos hubieran sido los culpables de las políticas neoliberales practicadas por el SPD en Alemania y el PsoE en España. El resultado resalta a la vista, han promocionado una sociedad derechizada, egoísta e individualista que solo le motiva el “ganar dinero” y consumir por encima de sus posibilidades con una intelectualidad que solo le motiva el dejarse querer con las subvenciones públicas, mientras que han destruido o lo han intentado con diferentes resultados en Europa a todo lo que se moviera a su izquierda. Que esté tratando de legitimar el espacio electoral y social mayoritario a un partido como el PsoE que ni es obrero, ni socialista, ni socialdemócrata, que casi no es nada, pues solo se queda en progresista y cogido por los pelos (y más si nos fijamos con quién y qué vota en Europa, y qué legisla en nuestro suelo patrio) podría ser meritorio e incluso tenerse en cuenta si proviniera de algún dirigente de la corriente Izquierda Socialista con peso en el PsoE, pero mucho me temo que es perder el tiempo viniendo la propuesta de quien viene, analizando como analiza y defendiendo lo que defiende. El tipo de receta que propugna la podrían abalar gentes como su padre o Felipe González (entre otros sepultureros de la izquierda que siguen en activo en el partido y en el Gobierno) que han convertido la socialdemocracia en inexistente. Se acoge a una crítica mal construida y peor desarrollada de las declaraciones del Alcalde de Berlín (Klaus Wowereit, uno de los pocos dirigentes del SPD que ha tenido algo de lucidez y el coraje al analizar la realidad política de una socialdemocracia alemana que Gerhard Schroder destrozó y su predecesor ha acabado por hundir, que apela a un giro a la izquierda sin tapujos aceptando errores, aceptando que la retirada de la confianza de los ciudadanos se ha dado tanto por sus prácticas cuando gobernaron y cogobernaron, como por no haber cogobernado con el Dier Linke y no haber practicado políticas claramente anti-neoliberales, claramente socialdemócratas) y lo liga y lo lía todo culpabilizando de todos los males al rápido y mal remedo de acuerdo que hizo Almunia con Paco Frutos para intentar parar la sangría de votos que el PsoE se había dejado, sin sonrojarse al omitir mencionar que todo fue por culpa de la acción de Gobierno del felipismo y con la complicidad entusiasta de casi todo el PsoE. Y no saciado con tamaño simplismo va y le endosa la culpa del descalabro del PsoE y el triunfo del Pp a que se perdió electorado de centro que se asustó por ir al “Senado” con una IU que se debatía entre sus problemas internos y la campaña cainita del PsoE ayudados por la prensa adicta al régimen y la inestimable connivencia de sus submarinos Cristina Almeida y Diego López Garrido. Pues no señor Daniel Múgica, ni el PsoE construye pablismo, ni mucho menos construye socialdemocracia, sistema que estoy seguro que a usted le parecería un izquierdismo, lo que construye el PsoE son felipismos, zapaterismos y clientelismos, entre otros ismos que no quiero ampliar, pero que de buen seguro no casan bien con socialismo. Decía Daniel Múgica en unas declaraciones (El País (17/05/1988) que estaba aburrido de que le pusieran la coletilla “del hijo de Enrique Múgica” (ex ministro de Justicia entre 1988-1991, ex diputado entre 1977-2000 y actual Defensor del Pueblo) lo que no decía es, si el aburrimiento era por la inconfundible y férrea defensa del Socialismo y el Pablismo que Múgica padre “no” ha demostrado nunca, o por la polémica que se levantó en su día por el almuerzo de su padre siendo Presidente de la Comisión de Defensa en vísperas del Golpe de Estado con varios comensales entre los cuales se encontraba el que después fue uno de los artífices del 23-F, Alfonso Armada, o por las últimas declaraciones de Jordi Pujol donde afirmaba este mes de octubre de 2009 que Enrique Múgica contactó con él en 1980 para <> o le aburría porque su padre estaba tan bien considerado por lo que representaba y representa que el Partido Popular quiso agradecer su dedicación a la noble causa socialdemócrata con la que tanto se sacrificó nombrándolo Defensor del Pueblo, colocación que este partido de la mano de Aznar le regaló a su padre en el 2000, regalo que está claro que no fue por que éste ex militante del PCE e histórico del ala derechista del PsoE fuera socialista ni Pablista, ni mucho menos socialdemócrata, puede que si fuera por ser muy socialisto. Y para resumir este punto, no decía Múgica JR que estaba aburrido de la coletilla porque su padre en función de su cargo no ha movido ni mueve ni un pelo cuando los cambios legislativos promovidos por el PsoE que han ido en contra de los intereses de las clases populares los votaba en el Parlamento y que minaban y minan y vacían de contenido la democracia (como la ley de partidos, la ley de Inmigración conocida por Ley de la Vergüenza, la Ley de la Memoria Histórica, y tantas leyes que transgreden y violentan la Constitución) leyes que no solo no las denunció ni denuncia, si no que se posiciona y se convierte en arte y parte por todo el morro y haciendo declaraciones a la prensa, que de ser en otro país europeo (como la Alemania de Angela Merkel que cita) hubiera sido tal el escándalo que lo hubieran cesado fulminantemente, e incluso se permite el lujo de pasarse el código penal y la Constitución por el forro cuando apela a que según que presos se pudran en la cárcel, entre otras lindezas socialistas y pablistas a las que nos tiene acostumbrado el padre de su hijo. Y entre las ventajas de ser el hijo de Enrique Múgica, pues alguna ventaja habría de tener, cuenta que gracias al ambiente que se respiraba en su casa a él le dio por la literatura, profesión que yo espero (y se lo deseo sinceramente) le dé el mayor de las glorias, felicidad y grandes beneficios, ya que como analista político y como creador de opinión se queda en un mero y triste contador de historias escuchadas a otros (sin ir más lejos, yo apuesto que muy escuchadas de su padre) y como propagandista y agitador pro PsoE, tajante y llanamente, pésimo y patético. Yo creo que alguien debería llamar la atención al responsable de la redacción del diario Público que se le ha ocurrido publicar y poner en lugar de máxima relevancia el artículo de Daniel Múgica (Desde el socialismo, Público 31/10/2009) artículo que en mi opinión solo puede tener cabida, si me apuran, en las páginas de cartas al director, aunque su lugar más correcto sería en la revista interna del PsoE de una comunidad o provincia, por aquello de subir la moral a la tropa y tal que se ve venir una derrota igual o peor que la de 1996 que provocó el tan socialista Felipe González.

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