¿Por una sudadera mató al joven Carlos Palomino?

Un joven muere de una puñalada en el corazón, otro queda grave por la perforación de un pulmón que le produce otra apuñalada y otro es apuñalado en una mano a manos de un asesino fascista y España entera lo ha podido presenciar gracias a las imágenes registradas por las cámaras del metro de Madrid. Y según el nazi que para más señas es un militar “profesional” todo se debió a que el asesinado le amenazó con quitarle la sudadera, por lo que se sintió amenazado y actuó en legítima defensa. Para reforzar su descerebrada coartada alegó en su defensa que la multitud le amenazaba con puños americanos y navajas. Hasta aquí la versión de una piltrafa humana que cualquiera que haya visionado la cinta en cualquier telediario que estos días están dando la noticia, solo le puede provocar asco y vomito. Desde un principio se ve como Josué Estébanez ha visto que van a entrar en su vagón esos que los fascistas llaman guarros por el solo hecho de pertenecer a colectivos de izquierdas y se prepara la navaja escondiéndola entre la palma de la mano, y desde un principio se ve que la actitud del fascista es de ponerse de cara a los que iban entrando en el vagón, estos a medida que entraban se lo miraban y él en todo momento no solo les aguantaba la mirada sino que al tiempo iba poniéndose en mejor posición la navaja, hasta que entró el joven Carlos que le hizo un comentario de la sudadera y sin más tiempo a nada lo cogió por la pechera con la mano izquierda y con la derecha se asestó la mortal puñalada. Hay algo de las imágenes que a mí personalmente me han dejado muy impresionado (y que supongo que para los investigadores del caso les habrá aclarado el verdadero animo que llevo al fascista a perpetrar el crimen más allá de la surrealista defensa en que se apoya y que desde luego no podría haber elegido otra peor, más le hubiera valido declararse loco) y es cuando le clava la navaja, pues su mirada apunta directamente donde la clavó, justo en el corazón, las imágenes siguientes, con toda la gente fuera del vagón en el andén, y el blandiendo la navaja amenazando a todo la multitud ya es significativa de que este crimen ha sido motivado por un componente ideológico cargado de odio. Si hay algo que no soporto de este fascista asesino (además de su ideología) es que sea un cobarde y no emule a su amado líder Hitler. Porque una cosa es aprovecharse de todos los resquicios legales que la justicia ofrece para que la pena sea lo menos dura posible, pero otra cosa muy distinta es que alegue en el juicio que él es un patriota pero que no tiene ni idea de quién es Franco, ni entiende de política ni le interesa, queriendo aparecer como un apolítico que solo le interesa las cuestiones del Fútbol y de las celebraciones cuando la selección nacional gana competiciones. Y yo me pregunto qué les pasa a estos fascistas que van tan de libertadores por la vida con esos prontos de autoridad irracional causando muertes, linchamientos, enfrentamientos, etc., por donde quiera que van, pero que en cuanto son cazados, lo primero que niegan delante de la justicia es lo que más les caracteriza, su condición de fascistas, por lo que demuestran que en realidad son unos cobardes. La madre de Carlos Palomino ha pedido que se ilegalicen a estos grupos que cada año provocan 5 mil denuncias, y yo estoy con ella, ya va siendo hora de que la ley de partidos solo sirva para que el Pp y el Psoe se dediquen a jugar a política electoralista a costa del terrorismo nacionalista periférico, tenemos unos terroristas en potencia y estos también utilizan el nacionalismo para sus fines, con la diferencia que sus actos y manifestaciones que el Gobierno sabe que son una provocación, hasta son legalizados, a sabiendas que lo único que provocan es violencia y una clara apología al nazismo y al fascismo. Yo nunca me creí que una sudadera fuera la culpable de un asesinato, en el caso del vil asesinato de Carlos está claro que si el fascista asesino hubiera ido en camiseta y bermudas con chanclas, el resultado hubiera sido el mismo, pues su ánimo en todo momento era la de matar y provocar el mayor daño posible, y como yo no estoy por cambiar el código penal, ni por la Pena de Muerte (¿dónde están los apologetas del ojo por ojo, que no les veo pedir la Pena Capital?), solo pido que la sentencia sea ejemplar.